Dos acciones resumen el show de Undiano Mallenco en El Madrigal. La primera, la roja que no mostró a Trigueros en la primera mitad por un plantillazo a Benzema. El colegiado no sólo no enseñó la roja, sino que no amonestó ni tan siquiera al centrocampista del Villarreal, que le metió los tacos en el tobillo al francés. Si se descuida Benzema, le amonesta a él, algo que hizo con Marcelo apenas un par de minutos después por protestar una falta pitada al revés.
En la segunda mitad, el Real Madrid apretó y mucho en los instantes iniciales y un pase en profundidad de Marcelo a Cristiano Ronaldo se saldó con un clarísimo penalti sobre el portugués que el árbitro no se molestó en señalar. Musacchio arrolló claramente a Cristiano cuando éste se disponía a dar el pase de la muerte, pero Undiano miró para otro lado. Estaba claro que si el Madrid quería ganar iba a ser contra doce hombres, los 11 del Villarreal y el navarro.
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