Con el paso de los días los ánimos en el club blanco se han enfriado algo, sobre todo después de que el TAD no concediera la suspensión cautelar de la sanción a pesar de haber pospuesto su decisión por no contar con el material necesario para tomar su decisión. Pero aún así la esperanza es lo único que se pierde, por lo que todavía hay algo de fe en que los argumentos jurídicos presentados por el Real Madrid sean suficientes como para que los miembros del tribunal anulen la sanción y permitan que el partido de vuelta de la eliminatoria se dispute antes del próximo 6 de enero, día elegido para que comiencen a jugarse los encuentros de los octavos de final de la competición.
La base argumental del Real Madrid se cimenta en que el club no tuvo constancia a través de una notificación de la sanción, ya que el jugador fue castigado por ver una amarilla en un partido de la temporada anterior, cuando vestía la camiseta del Villarreal. Además, también agrega que el jugador no fue notificado personalmente de la misma, lo cual debería invalidar la propia sanción hasta que este aviso se produzca.
Por eso será el TAD el que tendrá que dirimir si esta defensa es suficiente para cambiar el rumbo de los acontecimientos, aunque en el caso de pronunciarse negativamente el club tiene claro que seguirá su pelea y acudirá a los Tribunales ordinarios. Algo en cuyo caso ya no permitiría que el equipo disputara la presente edición de la Copa del Rey, por lo que la lucha merengue iría ya orientada a crear jurisprudencia para el futuro y a mantener el honor de la institución.
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