Ni muchos aplausos ni muchos pitos, aunque tampoco se puede hablar de división de opiniones. Más bien de indiferencia. Así ha recibido el Bernabéu a Illarramendi en el día de su regreso después de las dos temporadas que pasó en el Real Madrid. El de Mutriku ha sido titular en el choque de este miércoles, algo que no pudo conseguir de forma habitual durante su etapa en el equipo blanco, y el público madridista ha 'pasado' bastante de su presencia.
Illarramendi no es un futbolista que desatara demasiadas simpatías entre el madridismo, pero tampoco antipatías. Es por eso que, en el día de su vuelta, no haya habido una postura clara por parte de la afición respecto a su persona. Algunos le aplaudieron, otros le silbaron y la gran mayoría se abstuvo de mostrar su opinión sobre el centrocampista.
El centrocampista vasco llegó al Real Madrid en el verano de 2013 y formó parte de uno de los mejores años de la historia del club, el 2014, cosechando con los merengues una Champions, una Copa del Rey, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. La Liga y la Supercopa fueron los únicos títulos que se le escaparon al mediocentro donostiarra en su etapa de blanco, aunque su participación no fue excesiva, siendo casi siempre segundo espada en el Madrid de Ancelotti.
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