Una de las grandes dudas tras conocerse la llegada de Zidane al primer equipo era la duración del nuevo contrato que había firmado el entrenador. Por ello el galo fue cuestionado en la rueda de prensa que dio esta martes y precisó que su compromiso con el Real Madrid dura hasta junio de 2018. Más allá de ello no quiso dar detalles, ya que señaló que todavía tenía que hablar con el club para terminar de cerrar algunos flecos del acuerdo. Sin embargo, las últimas informaciones apuntan a que sus emolumentos serán de 2,5 millones netos por temporada, una cifra baja si se tiene en cuenta el caché de otros entrenadores previos como Ancelotti o Rafa Benítez.
Pero aquí lo verdaderamente importante para el madridismo es que Zidane llega con visos de gran estabilidad. El francés no es una solución parcial para acabar la temporada, sino un proyecto sobre el que mejorar y crecer en los próximos meses. El Real Madrid le ha formado como entrenador durante meses para que a la larga acabara convirtiéndose en su primer técnico, aunque por circunstancias del destino su gran oportunidad se ha adelantado. Por eso, ahora que esta ha llegado, no se le va a quitar a las primeras de cambio. Con él va a haber paciencia y tranquilidad, ya que su nombre ilusiona mucho a la afición y a la directiva. Es su momento y Florentino espera y desea que también sea el de iniciar una nueva etapa de éxitos y títulos en el club.
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