El Real Madrid no ha estado mal en jugadas a balón parado en lo que va de temporada, pero a partir de ahora se va a convertir en un arma más que importante. La llegada de Zidane supone un espaldarazo a la estrategia en las faltas o en los saques de esquina porque al francés le gusta mucho trabajar en los entrenamientos este tipo de acciones para que luego se reflejen en el terreno de juego.
Con el Castilla, en el año y medio en el que lo ha dirigido, Zidane ha conseguido que sus chicos reflejasen sobre el césped varias jugadas de estrategia en el balón parado. El francés trabaja de manera habitual diferentes alternativas en los saques de esquina y las faltas durante los entrenamientos y eso le permite tener muchas variantes cuando llegan los partidos.
Eso sí, que nadie espere jugadas enrevesadas con mil movimientos de jugadores ya que a Zidane le gusta la estrategia, pero siempre que sea sencilla, fácil de recordar para los jugadores y, sobre todo, que sea posible plasmarla en un par de segundos. El francés sabe que el balón parado te permite abrir partidos e, incluso, ganarlos, y lo va a tener muy presente durante los próximos meses.
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