El Real Madrid comenzó al temproada siendo un auténtico muro. Nadie era capaz de batir a Keylor Navas y el equipo iba sacando los partidos adelante gracias a la pegada, pero de unas semanas hacia aqui, los blancos habían vuelto a recibir goles con mucha facilidad. Tres el Sevilla, cuatro el Barça, uno el Getafe, dos el Rayo Vallecano, otro del Villarreal, uno de la Real y otros dos del Valencia, en medio de esos partidos, la visita a Éibar que acabó 0-2. Muchos goles recibidos en un equipo que aspira a ser campeón.
Zidane es consciente de que si el equipo recupera esa seguridad defensiva, las victorias regresarán. De momento, ante el Dépor, el Real Madrid apenas concedió ocasiones de gol y Keylor Navas fue un espectador más durante muchos tramos del partido. Los blancos no sufrieron esa desconexión que acompañaba al grupo ultimamente y todos se mantuvieron concentrados durante los 90 minutos con la idea de volver a ser fiables atrás.
La idea de Zizou era que el equipo estuviera junto, que realizaran una buena presión tras robo, y que todos, incluídos los tres delanteros, colaboraran en este aspecto. A pesar de que lleva muy poco tiempo y que no le ha dado tiempo a inculcar sus conceptos, contra el Deportivo hemos vuelto a un Madrid mucho más serio en defensa. Sin duda, el de esta noche, es el camino a seguir para revertir la dinámica del equipo en Liga.
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