El nuevo entrenador ya se ha encargado de tener unas conversaciones con Cristiano Ronaldo y Gareth Bale para concretar los planes que tiene para ellos. La idea fundamental es que el portugués empiece cada partido desde su posición favorita, el extremo izquierdo. La tendencia del 'crack' de Madeira siempre ha sido caer a la zona zurda del ataque merengue, por lo que Zidane no quiere cambiar sus hábitos.
Así, le ha dejado claro que quiere que siga donde siempre, pero teniendo claro que dispone de total libertad para moverse por el ataque. Si hay un jugador en el equipo que por estatus puede moverse con cierta 'anarquía' ese es él, de forma que el nuevo entrenador no le va a poner límites. De hecho, el pasado sábado ya quedó claro que la movilidad constante va a ser una de las señas del Madrid de Zidane, pues los tres delanteros no pararon de crear confusión en su rival con reiteradas permutas de posición.
Por su parte, Bale volverá de inicio a la banda diestra y dejará la posición más centrada que solía ocupar con Rafa Benítez. El entrenador quiere que el galés aproveche su velocidad para hacer diagonales y encarar la portería rival para crear peligro con su precisa pierna izquierda. Algo que además permitirá que ni Cristiano ni Bale se estorben en el campo, pues ambos tendrán suficiente espacio para desarrollar su juego y colaborar con Benzema. De hecho, el francés va a ser el único delantero que juegue por el centro, aunque en su caso también ha recibido una instrucción concreta: que se retrase cada vez que pueda para combinar con los centrocampistas e iniciar las jugadas de ataque, de forma que el equipo genere superioridades en la medular.
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