Modric y su familia viven en la Moraleja desde 2012 y han adquirido una nueva vivienda con la firme intención de quedarse en Madrid. La mujer del futbolista merengue y sus hijos se siente completamente integrados en la forma de vida española y no desean marcharse. Pese a que Modric tiene todavía 30 años, y mucho fútbol por delante, la familia quiere dejar el futuro bien atado.
Pese al gran apego que sienten hacia Madrid, Luka Modric no se olvida de sus orígenes y cada verano regreso a su Zadar natal. Es muy habitual ver a la familia del futbolista merengue navegar por la costa del Adriático. Tras la disputa de la Eurocopa, el madridista regresará a Croacia para coger unas merecidas vacaciones.
La adaptación del balcánico a la capital de España es total. La personalidad discreta de la familia ha convertido a Modric en un futbolista respetado, admirado y querido en el Real Madrid. Afición y directiva están encantados con su comportamiento. El respeto es mutuo. Luka Modric ha encajado a la perfección tanto en el Madrid como en la ciudad de Madrid.
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