¿Por qué la FIFA tardó casi 6 meses en anunciar la sanción?

En el Real Madrid nadie entiende que la notificación tardara tanto tiempo en enviarse





Según desveló ayer el Director General merengue José Ángel Sánchez, la Comisión de Disciplina tomó la decisión de sancionar a los dos clubes madrileños el 23 de julio de 2015. Es decir, que la resolución pasó 175 días guardada en un cajón de la sede de la FIFA en Zúrich hasta ser anunciada públicamente y notificada a los dos clubes. El motivo de ello solamente lo conoce el organismo futbolístico, pero resulta poco entendible esta espera. Bien es cierto que la FIFA ha estado envuelta en uno de los escándalos más importantes de su historia en los últimos meses, pero en este tiempo ha seguido trabajando con cierta normalidad y no ha habido nada que haya impedido que este trámite burocrático se realizara de forma inmediata.

Lo cierto es que el momento elegido por la FIFA ha perjudicado al Real Madrid y Atlético. Si ambos clubes hubieran conocido su sanción a finales de julio de 2015 hubieran tenido más de un mes por delante para terminar de confeccionar sus plantillas en planificación de no poder hacerlo las dos siguientes ventajas de fichajes. Además, habrían tenido también tiempo para apelar y conseguir la cautelar de cara al verano de 2016, algo que ahora es bastante complicado por el escaso margen de tiempo existente. Todo ello sin olvidar que la FIFA ha esperado al 14 de enero para anunciar la sanción, es decir, cuando quedan poco más de dos semanas para que se cierre el mercado de fichajes y en plena temporada.

Quizá el organismo federativo se pueda jactar de haber dejado a los dos clubes un pequeño margen temporal para fichar, pero la realidad es que este no es más que un detalle 'envenenado'. En dos semanas prácticamente no hay tiempo para planificar la plantilla de toda la próxima temporada y menos encontrándonos en el mercado invernal. Por eso es inevitable que el madridismo no piense mal al respecto, ya que la FIFA ha demostrado una enorme falta de tacto en la gestión de un asunto de enorme gravedad y trascendencia.