En el caso del club catalán la sanción se produjo después de que la FIFA les avisara en varias ocasiones que estaba apreciando irregularidades en la situación de alguno de los jugadores de su cantera. En concreto, el 5 de febrero de 2013 el organismo futbolístico envió información al Barcelona sobre el jugador coreano Lee Seung Woo después de recibir una denuncia anónima. En ella les solicitó que regularizaran su estancia en España, pero el equipo azulgrana hizo caso omiso e incluso propuso a la FIFA que se produjera un cambio sustancial en el artículo 19 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores, el cual era el origen del problema.
Ante ello la FIFA siguió investigando al conjunto catalán y constató que hasta 33 jugadores de la cantera culé no estaban registrados en la Federación Catalana de Fútbol o en la Federación Española de Fútbol. Por ello avisó en varias ocasiones más de que el club debía regularizar su situación. Pero en lugar de ello la directiva de Rosell se mantuvo firme en su postura de cambiar la normativa, por lo que la Comisión Disciplinaria decidió sancionar al club en noviembre de 2013 tras recabar diversas pruebas durante meses.
Es decir, el Barcelona sí fue avisado en reiteradas ocasiones de que estaba cometiendo irregularidades, pero aún así no hizo nada por evitarlo y acabó siendo sancionado con Justicia. Algo que en el Real Madrid no ha sucedido. En el club blanco sabían que estaban siendo investigados desde hace meses por el 'efecto rebote' de lo ocurrido en Barcelona, pero nadie de la FIFA les informó de los supuestos problemas encontrados. De hecho, el club blanco solo recibió insinuaciones de las intenciones del organismo gracias a filtraciones de la prensa. Algo que siempre catalogó de rumores, dado el convencimiento que había en el club de su inocencia. Pero ahora se ha topado con la cruda realidad por sorpresa y lo ha hecho sin contar con el margen de maniobra que sí tuvo el eterno rival....
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