El conjunto blanco es consciente de que si quiere ganar esta Liga ya no puede perder más puntos. Una exigencia que cobra especial importancia en los choques a domicilio, pues en los dos partidos previos a la visita de este domingo a Sevilla habían perdido hasta cinco puntos por la derrota en Villarreal (1-0) y el empate en Valencia (2-2). Además, en ambos había habido un factor común negativo, ya que el equipo no había conseguido dejar su portería a cero. De hecho, antes de este domingo el último duelo de Liga a domicilio en el que Keylor no había tenido sobresaltos había tenido lugar el pasada 29 de noviembre en Eibar (0-2).
La instrucción de Zidane en este sentido había sido clara durante toda la semana. El francés había pedido a sus hombres concentración y atención defensiva durante toda la semana para retomar la senda de la solidez defensiva. La plantilla era consciente de que el encuentro de este domingo era una gran oportunidad para no encajar gol, ya que el Betis llegaba a esta cita inmerso en una grave sequía anotadora - ni un solo gol en los siete duelos anteriores -. Pero una cosa es la teorìa y otra la práctica, ya que Cejudo no tardó ni diez minutos en sacarse un golazo de la manga. A partir de ahí los verdiblancos casi no inquietaron demasiado a Keylor, pero el daño ya estaba hecho. La mala racha defensiva a domicilio continuará al menos un par de semanas más...
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