Sus primeros 45 minutos fueron realmente para olvidar, pero el centrocampista creció junto a sus compañeros en la segunda mitad y lideró el intento de remontada del Real Madrid. De hecho, se convirtió en un hombre clave para lograr el empate, ya que dio la asistencia en el gol de Benzema. Kroos le dejó muy bien situado en el área tras un magnífico pase, pero James prefirió ser generoso para asegurar el tanto del empate dejando a su compañero solo ante la línea de gol.
Sin embargo, esta no fue la única acción de peligro que protagonizó el cafetero. En la cerca de media hora que estuvo sobre el césped en la segunda mitad también dispuso de tres claras ocasiones para marcar. La primera, en un remate franco en el área que no llegó a enganchar; mientras que poco después probó suerte con un disparo que atajó Adán tras un córner lanzado por Kroos. Sin embargo, su mejor oportunidad no llegaría hasta los minutos finales, cuando con 1-1 en el partido intentó un potente zurdazo desde lejos que el portero rival logró despejar a córner.
Por lo tanto su partido demostró que su problema es más mental que físico. Acabó mucho mejor que como empezó el partido del Villamarín, así que solamente necesita que Zidane le dé algo de confianza y tiempo para volver a recuperar su mejor versión. La temporada pasada demostró que tiene potencial y nivel para ser uno de los mejores jugadores del mundo, por lo que lo único que tiene que hacer es sacar todo el fútbol que lleva dentro. Por lo pronto anoche ya mostró algunos chispazos que recordaron al mejor James, así que solo cabe esperar que en las semanas venideras siga creciendo en todos los aspectos.
Fuente de la imagen interior: realmadrid.com
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