El colombiano ha seguido un plan de trabajo realizado por el cuerpo técnico para recuperar el tono físico y mental. La etapa de Benítez en el banquillo fue nefasta para sus intereses. Primero sufrió una lesión que le dejó fuera de los terrenos de juego durante más de dos meses y medio y posteriormente nunca tuvo la total confianza del ex técnico madridista.
Pero Zidane le hizo ver desde un principio que era un jugador imprescindible para el equipo. James fue un jugador esencial la pasada temporada. Marcó 17 goles y dio 18 asistencias en 46 partidos. Los 80 millones invertidos en su fichaje parecían poca cosa para el potencial que estaba desplegando sobre el césped el colombiano.
Pero el adiós de Ancelotti le cambió la cara y James perdió la sonrisa y el estado de forma. Ahora, tras tres semanas de trabajo específico ya comienza a parecerse a lo que todo el madridismo desea. A ese futbolista vertical, decisivo, pasador y goleador que levantó al Santiago Bernabéu de sus asientos la pasada temporada.
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