El duelo del 17 de febrero no es uno más para el madridismo. Ese día vuelve la Champions, la competición en la que más esperanzas puestas tiene la afición después del chasco vivido en la Copa y de los problemas que está teniendo el equipo en la Liga. Por eso Marcelo quiere estar en el campo para echar una mano al Real Madrid. Él es el primero que se da cuenta de la importancia que tiene en el plantel por no tener un sustituto claro, así que en las últimas horas se ha visto con ganas y energías para intentar forzar y ponerse a disposición de Zidane para partir de inicio en el partido.
El futbolista se luxó el hombro derecho el pasado domingo en Granada. Se trata de una lesión que le debería tener tres semanas apartado de los terrenos de juego. Pero en las primeras horas ha evolucionado bien y el jugador no tiene demasiados dolores. De hecho, está trabajando duro en su rehabilitación y las sensaciones están siendo muy positivas. Por eso, si mantiene esta mejoría pedirá jugar.
Aunque eso sí, siempre y cuando no necesite infiltrarse, ya que lo ocurrido esta temporada con Ramos aconseja no utilizar esta vía. En el club no quiere 'enmascar' la lesión, de forma que sea Marcelo el que sepa en todo momento el estado de su hombro por las sensaciones que tenga sobre el campo. De esta forma, en caso de recaída en pleno partido podría pedir el cambio para evitar acrecentar el problema. El plan está trazado y el jugador lo va a seguir al 'dedillo' para intentar jugar el miércoles. Veremos si finalmente el hombro le da una tregua.
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