Benítez, dos discursos opuestos en sólo 51 días

El discurso del entrenador ha dado un giro de 180º en mes y medio


Rafa Benítez




El técnico decidió hablar en la noche del miércoles en la cadena 'BT Sport' y lo hizo para atacar directamente a la directiva del Real Madrid y a su afición. Benítez llegó a asegurar que "Florentino habla todos los días con la prensa y los jugadores", dando a entender que había movido los 'hilos' para ponerlos en contra suya. Sin embargo, 51 días antes, el 29 de diciembre, él mismo aseguró en rueda de prensa en Valdebebas lo siguiente: "está claro que hay una campaña contra Florentino, contra el Real Madrid. Todo lo que puede ser criticable se critica y lo que no, se maneja, se inventa o se manipula. Es evidente, cualquiera con experiencia lo sabe. (...) Aquí cualquier decisión técnica parece una decisión personal. He pensado solo en qué es lo que tengo que hacer para ganar a la Real Sociedad y para ganar títulos este año y en todos los años en los que podamos estar aquí".

Además, cuando se le preguntó por su relación con los responsables del club aseguró que "he tenido conversaciones, como habitualmente, con José Ángel Sánchez y con el presidente con frecuencia. Hoy ha estado por aquí y he charlado con él. La relación es normal, cordial". Sus palabras se produjeron seis días antes de que fuera destituido tras el empate en Mestalla, por lo que en ese período no hubo mucho tiempo para que la actitud de Florentino cambiara hacia él. Así que, ¿cómo es que antes decía que estaba contento con el presidente y ahora le critica de forma tan encarnizada? ¿Cómo es que en diciembre la prensa tenía una campaña contra él y ahora dice que fue el club el que provocó todos estos ataques filtrando información?

Benítez ha delatado su hipocresía. Sólo él sabe cuándo mentía, si ahora o antes. Pero lo que está claro es que ha perdido gran parte de la estima del madridismo después de su pésima labor y de sus duras declaraciones. Puede ser comprensible que esté enfadado y molesto por su despido, pero su incapacidad para reconocer sus propios errores le retrata. No hay más que escuchar a los futbolistas merengues para descubrir que algo no funcionaba entre ellos y el técnico, pero curiosamente este miércoles no dijo ni palabra de ellos. ¿Será porque no le conviene atacar a los jugadores para que no le dejen en evidencia?