Zidane se siente responsable de los dos empates que ha cosechado con el Real Madrid lejos del Santiago Bernabéu en la Liga, pero también sabe que no es el único culpable. El entrenador tiene claro que uno de los graves problemas del equipo es que se parte en dos en los partidos y para solucionarlo hay que controlar dos aspectos, la forma física y la solidaridad.
El cuerpo técnico está trabajando al máximo para conseguir que los jugadores estén en plena forma, algo que está costando por el mal estado que tenían muchos de ellos. Pero, sobre todo, Zidane sabe que sin solidaridad será imposible solucionar los problemas y para ello trabajará en la faceta psicológica de sus hombres, demostrándoles que solo si se ayudan entre ellos pueden llegar las victorias.
En Málaga se vio que las ayudas de los jugadores del Real Madrid brillaban por su ausencia, quizá porque el físico no les permitía ofrecerlas, pero también quizá porque ni siquiera lo intentaban. Zidane quiere que esas dos dudas desaparezcan y que todos se apoyen y jueguen como un único bloque. Tiene trabajo por delante.
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