La historia de Borja Mayoral‏

El canterano blanco proviene de una familia muy humilde


Historia Mayoral

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En Parla, allí comienza la carrera futbolística de Borja Mayoral. Con 7 años entró en el equipo de la ciudad madrileña en la que nació y con apenas 10 fue fichado por el Real Madrid. Sus registros goleadores solo están a la altura de Raúl González Blanco. Y es que desde la temporada 2012-2013, ha hecho 148 tantos. 22 con el Juvenil C, 54 con el Juvenil B, 61 con el Juvenil A y 11 con el Castilla. Además, hay que sumarle el del otro día, puesto que el club se lo dio a él.
 
Su madre, ama de casa, su padre regenta una carnicera en Móstoles. Gente humilde y trabajadora que han sabido guiar a Borja Mayoral hasta lo más alto. Su hermano, 'Kiti', tiene 23 años y también es futbolista. Juega de mediapunta y perteneció a las categorías inferiores del Atlético de Madrid pero una grave lesión de rodilla le apartó de su sueño. Ahora juega en La Agrupación Deportiva Parla, de la Tercera división madrileña"Toda la familia es muy madridista. Entró en el prebenjamín y desde ahí ha llegado al primer equipo con humildad y sacrificio. Sus padres le han educado muy bien. Con lo que ahora gana podría tener un gran coche, pero él es muy feliz con su A3 de segunda mano", comenta uno de los mejores amigos de Borja al diario ABC. 
 
Su debut como titular se vivió con mucha intensidad en su Parla natal. Orgullosos de lo conseguido por su vecino, la gente celebró a lo grande que Borjita, así lo conoce sus seres cercanos, saliera de inicio contra el Levante "Es una alegría enorme para nosotros ver triunfar en el Real Madrid a un chico de aquí. Se lo merece. Él y toda su familia son gente maravillosa y, sobre todo, buenas personas», comentaban algunos de los vecinos de Borja Mayoral.
 
Renovado y blindado por el Real Madrid hace apenas un mes, Borja Mayoral sabe que es solo el principio. A sus 18 años sigue viviendo en un bajo de Parla, junto a su familia, la que le ha apoyado en todo momento y la que ha sacrificado durante muchos años llevando a su hijo a entrenamientos y partidos con el único objetivo de que el chaval lo pasara bien. Ahora ha llegado al recompensa a tanto esfuerzo.