Desde luego, al Madrid no le quedará otra si quiere hacer un buen papel en Europa. Parece inviable que los blancos puedan conquistar la Liga de Campeones con un sistema defensivo que hace agua por todas partes. Los contrarios encuentran auténticos ‘latifundios’ para recorrer con la pelota en los pies y hacerle ocasiones al Madrid parece más sencillo que hacérselas a un equipo de media tabla.
La colocación es deficiente pero la actitud no ayuda a mejorarla. La presión sin balón no es colectiva, cada futbolista aprieta como si hiciera la ‘guerra’ por su cuenta y es raro ver que el equipo sea capaz de estar metido los 90 minutos en el partido. El Real Madrid no consigue ser regular durante todo el encuentro, sea cual sea el rival.
Zidane está preocupado, realmente preocupado de la imagen dada en Las Palmas. El equipo estuvo apático con y sin la pelota. El discurso de “no estoy preocupado cuando tenemos el balón” ha desaparecido. ‘Zizou’ está ahora preocupado en todos los aspectos. Al Madrid le queda mucho trabajo por delante. Lo malo es que no queda tiempo que perder. La Champions ya está a la vuelta de la esquina.
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