A Piqué hay que demostrarle en este clásico que el Real Madrid es el rey de Europa por algo, que lo suyo es una simple moda, y que siempre van a estar a la sombra del Madrid. Por eso, hay que salir al Camp Nou este sábado con los ojos inyectados en sangre, con nervio desde el calentamiento y con un par de narices.
Como dijo Santiago Bernabéu, mítico ex presidente del Real Madrid, en su momento con aquella célebre frase: ‘La camiseta del Real Madrid es blanca, se puede manchar de barro, sudor y hasta sangre, pero jamás de vergüenza’. Pues eso, ni más ni menos es lo que se necesita de nuestros jugadores en este clásico.
Después del partido de la primera vuelta, en el que el Real Madrid jugó el peor partido de la temporada, el madridismo necesita (y espera) un buen partido de su equipo en Barcelona. Puede que este encuentro no sea decisivo para la Liga, pero hay un componente psicológico-moral que hay que salvar con nota. Tras aquel 0-4 llovieron palos de todos los colores, y esa corriente hay que revertirla de la mejor forma posible, ganando en Barcelona y en la casa de Piqué. Contra el Madrid hay que hacer ver que tonterías las justas.
DEJA TU COMENTARIO