Las alarmas saltaban este martes cuando el futbolista no saltaba al césped de Valdebebas en la víspera del duelo ante el Villarreal. Posteriormente Zidane aseguraba en rueda de prensa que todo se debía a unas pequeñas molestias musculares. Nada importante realmente, porque el propio Real Madrid ya se había encargado de descartar cualquier lesión de importancia. Y es que en vez de trabajar en Valdebebas el delantero se sometió a una resonancia magnética que reveló que no sufre rotura ni ninguna otra lesión que le obligue a estar fuera de los terrenos de juego.
Así, las molestias físicas de Bale solo se pueden interpretar como una pequeña sobrecarga. El problema es su tendencia a 'romperse', por lo que el club tomó la radical decisión de hacerle parar el mismo lunes en el que sintió esta pequeña incomodidad. La temporada ya está en su recta final y el club no puede permitirse quedarse sin una de sus estrellas por una imprudencia.
De ahí que este miércoles no vaya a jugar y que su presencia el sábado en Vallecas sea duda. Si todo va con normalidad no se descarta que el jugador esté ante el Rayo, pero en el Real Madrid todo el mundo tiene claro que la prioridad es el duelo del martes 26 ante el City. Por eso, en el caso de que hubiera el más mínimo riesgo de lesión el '11' merengue se quedaría fuera del partido. Mejor curarse en salud que luego lamentarlo...
DEJA TU COMENTARIO