El delantero es consciente de que el problema que viene arrastrando no viene del lunes, sino más bien del miércoles de la pasada semana. En concreto, del partido ante el Villarreal. Según la Cadena SER La primera exploración de los servicios del Real Madrid le tranquilizaron al indicarle que únicamente se trataba de un pequeño hematoma sin rotura. Sin embargo, el jugador sintió nuevas molestias en Manchester y temió que su problema pudiera haberse agravado con las sesiones de entrenamiento que realizó en los días previos.
Así, en un primer momento se sometió a una resonancia en Inglaterra que evidenció una pequeña lesión y le impidió jugar en el Etihad. Sin embargo, Cristiano no se quedó tranquilo y prefirió acudir por su cuenta y de forma independiente a la Clínica Ruber Internacional, donde otros galenos le analizaron y dictaminaron que sufre una rotura fibrilar de Grado II en los músculos isquiotibiales. Un percance que, según el doctor González, médico de cabecera del programa 'El Larguero', le podría permitir jugar el miércoles próxima ante el City "si sigue un tratamiento adecuado" en los próximos días.
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