El Real Madrid y el Atlético son dos de los equipos que mejor manejan el juego a balón parado del mundo. Cada córner a favor de ellos es casi una ocasión de gol, como ya se vio hace dos años en la final de Lisboa. Entonces los dos equipos aprovecharon para marcar tras sendos saques de esquina, así que la historia podría acabar repitiéndose ahora en Milán. Al menos para ello trabaja Zidane con sus hombres, ya que según el diario 'ABC' el francés está poniendo especial énfasis esta semana en preparar jugadas para pulir las faltas indirectas, los saques de esquina, los golpes francos y los penaltis. El objetivo: sorprender a su rival con una jugada que pueda decantar el título.
En ataque no habrá novedades respeto a quién los sacará, pues Kroos seguirá siendo el principal lanzador. La diferencia es que el alemán realizará nuevas señas para no dar pistas a sus rivales. Por lo demás, Cristiano se preparará para abordar el primer palo, con Bale y Pepe llegando por atrás. Además, Ramos tendrá libertad para moverse en el área, mientras que Modric quedará en la frontar a la espera de un rechace y Casemiro será el 'comodín' cabeceador para una situación donde sea necesario atacar con ciertos riesgos. Además, en ataque la instrucción es clara, pues Zidane quiere que sus hombres rematen al primer toque en el área, ya que es consciente de que el Atlético no suele conceder tiempo a los atacantes para buscar el disparo.
Mientras tanto, en defensa el galo tampoco está descuidando el trabajo. Ramos y Pepe se encargarán de marcar a los centrales rivales, mientras que Casemiro se encargará de Saúl. En el equipo blanco saben que el Atlético saca un gran partido de este tipo de jugadas y la intención es evitar cualquier fallo que pueda acabar costando caro. 'Zizou' es consciente de que las finales se deciden por detalles, por lo que ya ha transmitido el mensaje a sus hombres de que no arriesguen más de lo necesario. La paciencia será clave para acabar levantando la 'Undécima'.
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