¿Cómo se gestó tu fichaje por el Real Madrid?
“Fue un poco extraño porque tenía ofertas de la Premier League pero me llamó el Real Madrid, por cuarta vez, y era una oportunidad irrechazable. Me llamaba el club de mi vida, donde siempre había soñado entrenar. Creo que hicimos un buen trabajo, íbamos segundos en la Liga a dos puntos y líderes en el grupo de Champions pero en el Madrid si no sale todo perfecto, lo tienes complicado”.
¿Qué es lo que no funcionó?
“Para el presidente la prioridad era la Liga pero para eso teníamos que tener un equipo que rindiera por encima de las individualidades. Esa es mi manera de trabajar. Creo que mi problema en el Madrid era mucho más externo que interno porque en el vestuario trabajábamos genial y los futbolistas eran profesionales”.
¿Qué relación tenías con el vestuario?
“La relación era buena, en un equipo hay muchos que juegan y muchos que no, pero claramente la relación con la mayoría de los jugadores era perfecta, porque son profesionales de verdad. Luego cuando uno cambia de entrenador cambia todo. No me arrepiento de nada, creo que hice muy bien trabajando en el Madrid. Sin duda, fue una gran experiencia”.
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