Los comienzos no fueron fáciles. Empataron contra el
Betis y Málaga a domicilio y perdieron contra el
Atlético de Madrid en Chamartín. Los blancos se descolgaron en la clasificación liguera y el futuro en Champions no era muy esperanzador. Entonces los rumores aseguraban que a final de temporada habría muchos fichajes y que
Florentino Pérez realizaría una revolución en la primera plantilla.
Pero
Zidane consiguió enderezar el barco y a raíz de la derrota en el derbi madrileño el equipo fue cada vez a más. Llegó la remontada en el torneo doméstico y en la
Liga de Campones fueron avanzando eliminatorias hasta el punto de que el pasado 28 de mayo Sergio Ramos levantó en el palco de San Siro la
Undécima Copa de Europa.
Tras esto, las cosas ahora han cambiado y apenas habrá incorporaciones. Algunos retoques que complementen lo que ya hay. Y en cuanto a las salidas serán muchas menos de las que se podían esperar cuatro o cinco meses atrás. De hecho, hasta la fecha, tan solo
Mayoral, cedido al Wolfsburgo,
Cheryshev y Arbeloa, que finalizaba contrato, han abandonado el club.