Si lo que el Real Madrid se jugara mañana fuera la Champions, problamente el entrenador hubiera dado su visto bueno a Bale y Kroos para jugar ese partido. Pero el título en juego será la Supercopa de Europa, un trofeo valioso pero, al fin y al cabo, de segundo nivel. Por eso 'Zizou' charló durante el fin de semana con el galés y como el alemán para hacerles ver que no merecía la pena que realizaran un esfuerzo extra este martes y comprometieran su preparación física.
Ambos han regresado como 'toros' tras las vacaciones, pero lógicamente están un punto por detrás en lo físico que sus compañeros y por eso lo mejor para todos es que ni viajen a Noruega. Así, los dos han entendido perfectamente la postura del 'míster', aunque lógicamente no han podido evitar algo de desilusión. Especialmente Bale, quien se 'machacó' en sus últimos días de vacaciones para llegar en plena forma al inicio de su pretemporada y había demostrado en los últimos días que ganar la Supercopa le hacía especial ilusión. Así que no le va a quedar más remedio que quedarse con las ganas, pero todo sea por acabar logrando triunfos más importantes en una temporada que se aventura larguísima y dura.
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