Ricardo de Burgos Bengoetxea
No se puede decir que De Burgos tuviera su día. El colegiado vasco permitió en todo momento las pérdidas de tiempo del Celta y además se 'tragó' un claro penalti sobre James Rodríguez.
Pasito a pasito los árbitros siguen perjudicando al
Real Madrid. Las temporadas van pasando pero la dinámica por parte de los colegiados es la misma año tras año. Después de un partido tranquilo en Anoeta, contra el Celta volvió la tormenta. Decisiones incomprensibles por parte del encargado de impartir justicia que, siempre perjudicaron a los blancos.
La acción más polémica fue un penalti sobre
James. El futbolista del
Celta zancadillea sin querer al cafetero, que cayó dentro del área. El árbitro se hizo el sueco y dejó seguir como si con él no fuera la cosa. En ese momento el partido iba en empate y sin duda hubiera supuesto una gran oportunidad para el cuadro blanco de ponerse por delante.
Además, tampoco expulsó al lateral izquierdo del Celta,
Jonny. El zaguero recibió una amarilla, pero cuando tuvo que enseñarle la segunda no se atrevió. También hay que decir que en el arranque de la jugada del gol de Morata, el canterano estaba en posición adelantada.
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