A los blancos les falló una de sus, sobre el papel, mayores virtudes: la pegada. El Real Madrid tuvo múltiples ocasiones en Las Palmas, disparando a portería hasta en 27 ocasiones. Sin embargo, sólo pudo hacer dos goles y no fueron suficientes para sumar la victoria. En un día normal, los blancos podrían haber hecho 5 o 6 goles y habría sumado tres puntos a pesar de encajar dos tantos de los locales.
En la primera parte, el equipo blanco presionó arriba con mucha intensidad y tuvo hasta 17 remates a portería; en la segunda, los blancos controlaron más el juego y tuvieron la posesión, generando otros 10 disparos a la meta de Javi Varas, que fue sin duda alguna el mejor futbolista del conjunto canario.
El acierto de cara a puerta está minando al Madrid en este arranque. Salvo en un par de partidos, ante Real Sociedad y Osasuna, el equipo blanco no está marcando con la facilidad con la que suele hacerlo. El hecho de que jugadores como Cristiano o Benzema estén todavía casi de pretemporada puede ser una de las claves.
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