Messi, el 'camorrista' al que algunos disfrazan de santo

En Defensa Central recordamos algunos de los episocios más vergonzosos de la carrera del argentino


Leo Messi, juzgados

Leo Messi y Jorge Horacio Messi




Messi no es tan angelito como lo pintan. De hecho, posiblemente sea uno de los jugadores que menos sanciones ha recibido a pesar de haber cometido multitud de agresiones.

No podíamos empezar con otra que no fuera la del Bernabéu. Todos los madridistas seguramente recuerden cuando Leo Messi lanzó un balonazo a la grada del estadio merengue, golpeando a un aficionado en el rostro. Pepe se acercó a él a recriminárselo y el 'listo' del sudamericano todavía se le escapó un sonrisilla. 



También Jonathan Vila sufrió en sus carnes la antideportividad de Leo Messi. Fue en un partido entre el Barcelona y el Celta en 2012. El argentino, desesperado, le pegó un puñetazo por la espalda de forma ruin y rastrera al jugador del conjunto gallego después de que éste le quitara el balón. 



Bronca tuvo también con Wellington. El azulgrana insultó gravemente al brasileño y el jugador del Málaga empujó a Messi que como bien ha aprendido en la Masía, fingió de forma lamentable. 



Contra el Málaga parece que se pone especialmente nervioso. También fue ante el conjunto andaluz cuando escupió a Dunga, en una de las acciones más asquerosas y que más duelen a los jugadores que son las víctimas. 



Ni siquiera en los amistosos Messi está tranquilo. En un partido disputado el curso pasado entre la Roma y el Barcelona, con motivo del trofeo Joan Gamper, Messi agarró del cuello a un futbolista del cuadro italiano sin motivo aparente.



En uno de los derbis de la temporada pasada ante el Espanyol, Leo Messi tampoco pudo contenerse. El argentino recibió un pistón por parte del portero del cuadro perico totalmente involuntario y la reacción del delantero culé no fue otra que la de intentar buscar bronca. Por si fuera poco, tras marcar un gol en ese mismo partido se dirigió a Pau y se mofó de él. 



Messi también ha protagonizado comportamientos vergonzosos con su selección. Contra Bolivia en dos ocasiones y contra Uruguay una tercera. Siempre provocando y buscando la pelea con el rival. Como si mirara a los demás por encima del hombro. 



Quizá, Leo Messi esté algo nervioso por todos sus líos con hacienda. Lo que está claro es que el haber sido condenado por la justicia no le ha sentado muy bien y paga sus problemas en el terreno de juego y provocando a los rivales... Un camorrista al que algunos quieren disfrazar de santo.