Cristiano, ante su penúltimo 'escaparate'

El luso solo tiene dos partidos más para acabar convenciendo en la lucha por el Balón de Oro


Cristiano regatea a Griezmann en un derbi de 2016

Cristiano regatea a Griezmann en un derbi de 2016




En la cabeza de Cristiano también ha otros argumentos secundarios, pero de peso, para intentar brillar esta noche. Y uno responde a su deseo de ganar el cuarto Balón de su carrera deportiva. Porque el próximo viernes 'France Football' dará por finalizado el plazo para votar a los candidatos a este preciado galardón. Es decir, que el madridista ya solo tiene dos escaparates más para lucirse y para intentar convencer a los indecisos, que seguro que todavía los hay.

El primero de ellos y más importante será el choque del Vicente Calderón. Todo el planeta estará atento a lo que ocurra en este partido. Bien es cierto que el derbi madrileño no puede compararse a la trascendencia que tiene el 'Clásico' del fútbol español, pero también lo es que en los últimos años este duelo ha ganado en peso dentro del fútbol planetario. Las finales de la Champions de 2014 y 2016 así lo demuestran, ya que este sábado se volverán a ver las caras sobre un campo de fútbol el vigente campeón de Europa y el vigente subcampeón.

Posteriormente el luso tendrá su segunda plataforma para lucirse. Será el martes en Lisboa ante el Sporting de Portugal. Otro partido muy especial para el 'crack' por tratarse del primer club profesional de su carrera deportiva. Además, el duelo también será relevante porque en caso de empate o victoria merengue serviría para sellar la clasificación automática para los octavos de final de la Champions League. Pero lógicamente su peso y relevancia en lo que respecta a los votos del Balón de Oro será notoriamente inferior que el derbi.

De hecho, no se puede olvidar que este sábado en el Calderón Cristiano se medirá a otro de los grandes aspirantes al trofeo, Antoine Griezmann. El francés ha entrado esta temporada por méritos propios en el podio de los mejores jugadores del mundo, posición de privilegio que comparte con el madridista y con Leo Messi. Así que el derbi será un nuevo cara a cara entre ambos como ya fue el partido de la final de Milán, y en el que se impuso CR7 a los puntos al anotar el penalti que dio el título, mientras que el francés falló una pena máxima durante el tiempo reglamentario.

A día de hoy el favoritismo de Cristiano Ronaldo para ganar el Balón de Oro es indudable, pero no estaría de más que hiciera una exhibición ante el Atlético y el propio Griezmann para acabar metiéndose en el bolsillo en el galardón. De hecho, el jugador quiere tener a su favor la proximidad del cierre de los votos, de forma que este derbi influya claramente en los periodistas y expertos con derecho a voto que todavía se siguen pensando su decisión final.

La 'espina' de su pasado reciente ante el Atlético

Y luego están las cuentas pendientes del de Madeira con el vecino madrileño. En sus 7 años como madridista el Atlético de Madrid no se le ha dado demasiado mal. De hecho, está a solo dos tantos de convertirse en el máximo goleador histórico de los derbis. Pero, al igual que todo el equipo, Cristiano no ha estado exento de tener muy malas experiencias ante los rojiblancos. La peor de ellas, la vivida en febrero de 2015 con el 4-0 sufrido en el Calderón y su posterior fiesta de cumpleaños rodeada por la polémica.

De hecho, el delantero no ve portería en el estadio atlético desde el mes de marzo de 2014, cuando anotó para empatar a dos en partido de Liga. Desde entonces ha jugado cinco partidos en el feudo del Calderón y siempre se ha ido de vacío. Así que él ha sido uno de los principales exponentes de la medida que el Atlético le ha tomado al Real Madrid en los últimos tiempos en las competiciones nacionales. Los de Diego Simeone han logrado arañar muchos puntos a su eterno rival en las últimas temporadas. Puntos que casi siempre han acabado costándole la Liga a los blancos. Por eso, Cristiano sabe que esta noche no será una más, sino que supondrá una oportunidad para resarcirse y sentenciar el que sería su histórico cuarto Balón de Oro.