¿Te sientes favorito para ganar el Balón de Oro?
“Gané el Balón de Oro en 2013 y en 2014, no lo gané el año pasado porque Messi fue el mejor pero sí espero ganar este. Creo que he logrado un año impresionante. La Champions y la Eurocopa son dos títulos espectaculares. No le puedo pedir más al año. Ha sido impresionante. Ojalá pueda ganar también el Balón de Oro”.
Los títulos deben ser la clave
“Tiene su sentido ¿no? Es la clave creo. A mitad de temporada estábamos muertos y supimos levantarnos para ganar la Liga de Campeones. Con Portugal pasó algo muy parecido en la Eurocopa. Eso demuestra que el fútbol es una maratón y que todo se decide en el sprint final. Espero que esta temporada podamos ganar también muchos títulos”.
Reencuentro con Griezmann
“Él estaba triste. Es mi vecino en Madrid (los dos viven en La Finca), es un chico muy simpático, es un gran jugador, joven y que tiene mucho futuro. El año pasado perdió las dos finales contra mí y estaba bastante triste. En verano, me lo encontré en un restaurante de Miami. Estaba cenando con su novia, se levantó hasta mi mesa y me dijo: “Cristiano, te odio”.
¿Sentiste la misma presión en la final de la Champions que en la de la Eurocopa?
“No, sentí mucha más presión en la final de la Liga de Campeones. Al fin y al cabo, sabía que con Portugal no teníamos nada que perder. Habíamos hecho ya un gran torneo llegando a la final. El Madrid es el Madrid y siempre estás obligado a ganar. Y ese no era el caso de Portugal, que no había ganado nada. Tenía mucha confianza también por Fernando Santos. Los jugadores más veteranos logramos transmitirle la confianza a los más jóvenes y nos llevamos un título impresionante, quizás el más especial de mi carrera por todo lo que significó”.
La patada de Payet y la lesión
“No me preocupé en un principio, pensaba que era solamente un golpe pero al empezar a correr me di cuenta que la rodilla se me hinchaba. Salí del campo, volví a entrar pero enseguida te das cuenta que no puedes continuar. No podía doblar la rodilla, cuando corría entraba sangre y me dolía mucho. Lloré de rabia por no poder jugar la final que tanto había soñado. Hice muchos intentos por seguir pero al final me fue imposible”.
¿Fue el peor momento de tu carrera?
“En ese momento sí, sentía que estaba fuera de un partido que jamás volvería a jugar ¡Tenía tantas ganas de estar con mis compañeros! Al principio, lloraba porque pensaba que incluso me había roto el ligamento totalmente. El médico me tranquilizaba, mis compañeros me consolaban pero yo no podía parar de llorar. La segunda parte la vi en el vestuario y me fui calmando. Estaba muy nervioso, saltaba delante de la televisión. Olvidé la lesión y en la prórroga ya no pude aguantar más y me fui al banquillo”.
Así vivió la prórroga Cristiano
“Los nervios eran insoportables. No podía estar en el vestuario. En el banquillo, al menos podía gritar, dar órdenes, saltar. La verdad es que se me cruzaron los ‘cables’ pero en el buen sentido. Parecía el segundo entrenador pero creo que mis compañeros lo agradecieron porque sentía que me respetaban”.
El golazo de Éder
“Fue como una explosión, algo increíble, no me lo podía creer. No podía controlar mi cuerpo, le decía cosas al seleccionador pero ya no me acuerdo ni lo que le decía. Fue impresionante. Sabía que tenía que estar a su lado. Estaba solo. Fuimos un equipo y fue impresionante lograr el título. No lo olvidaremos jamás”.
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