Sergio Ramos-Luka Modric, sociedad ilimitada

La amistad que une a ambos fuera del terreno de juego favorece que se produzcan situaciones como la del Cmp Nou o la de Lisboa


Ramos y Modric contra el Barça

Ramos y Modric contra el Barça




Luka Modric es un tipo que se hace querer. Es uno de los favoritos del vestuario. Ni una mala cara, ni un mal gesto. Siempre de buen rollo. Su amistad con Sergio Ramos es de las verdad. Nada de postureo. Tanto, que ambos han compartido vacaciones. Hace poco el camero estuvo en Croacia y el balcánico ha visitado también la tierra que vio nacer al capitán del Real Madrid.

Dos amigos que juntos han protagonizado dos de los momentos que más feliz ha hecho al madridismo en los últimos años. El último, en el 'Clásico'. Con otro cabezazo que quedará para la historia de los Real Madrid-Barcelona. Pase medido de Luka Modric y remate al fondo de la portería de Sergio Ramos. Como dijo el centrocampista: "Parece fácil ¿eh?".

Cinco minutos antes del gol del Real Madrid, Modric ya buscó a Sergio en una falta similar, pero no lo encontró. A la segunda ajustó la mirilla y no falló. El partido agonizaba y los blancos estaban muy cerca de perder la oportunidad de darle un golpe a la Liga, pero aparecieron Luka y Sergio, Sergio y Luka, para volver a demostrar que su 'feeling' puede romper cualquier muro.

Tras el pitido de Clos Gómez, ambos se buscaron y se abrazaron. Sabían que ese gol podría ser muy importante a final de temporada. Mantener la distancia de seis puntos con el Barcelona habiendo pasado ya por el Calderón y por el Camp Nou, dos de los campos más difíciles de la Liga, llena de confianza a un grupo que desde la llegada de Zinedine Zidane parece otro.


Cuando llegaron al vestuario volvieron a abrazarse y comentaron la jugada. "Por fin me pusiste una bien", le dijo Sergio Ramos Modric. Luego, ante los medios de comunicación, el capitán volvió a dejar claro que la relación que le une al croata fuera del terreno de juego es muy importante para que se produzcan este tipo de jugadas. "Lukita y yo nos entendemos con mirarnos",


A la mente de todo el mundo le vino la imagen de la final de Lisboa en 2014. A los blancos se les escapaba la ansiada Décima. Era una especie de obsesión. Una obsesión con la que decidieron acabar en el minuto 93. Córner a favor del Real Madrid, saca Luka Moddric y remata Sergio Ramos. Final igualada y a la prórroga. El final de la historia la conocemos todos.

Su gran amistad es el negocio perfecto para el Real Madrid. El '4' y el '19' son como hermanos. Tanto que el propio Sergio Ramos así lo ha reconocido en alguna ocasión. Salen juntos en sus ratos libres con las familias, comparten vacaciones y siempre que pueden organizan alguna escapada. Ramos se lo llevó a su finca en Sevilla para enseñarle sus orígenes y Modric hizo lo propio llevándoselo a Croacia.

Según apunta el diario Marca, en el día a día también son inseparables. Son los últimos que se marchan de Valdebebas. Cuando ya no queda nadie les gusta charlar, ya sea en el comedor, en las camillas mientras se tratan con los fisios, en el gimnasio haciendo ejercicios de fuerza o incluso en la sauna, donde se relajan tras una intensa jornada.

Se conoce a la perfección y valga como prueba el España-Croacia de la última Eurocopa. En esta ocasión, a Ramos le pasó factura que le conocera tan bien. Luka, que estaba lesionado, salió del banquillo y le dijo a Srna, capitán de Croacia, por dónde iba a tirar el penalti. Éste se lo traslado al portero, que le hizo caso y consiguió detener la pena máxima.

Según la información del citado diario, la relación entre ambos no comenzó del todo bien. Durante los primersos meses de Modric en el Real Madrid, al centrocampista no le gustaban algunos aspectos de Sergio Ramos en los partidos y recién llegado al equipo, se lo dijo a la cara. Porque Luka es una persona que siempre va de frente.

Seguramente esa fue la mejor decisión que pudo tomar. A Sergio le gustan este tipo de gente. Hablaron las cosas y solucionaron el asunto. Aquello fue el principio de una amistad que sin ningún tipo de duda será para siempre. Con el paso de los años su relación ha ido creciendo y ahora, algo más de cuatro años después de la llegada del balcánico al Real Madrid, son inseparables. Lo que unió Lisboa, que permanezca toda la vida.