El Mundial de Clubes tendrá una final inesperada

Kashima Antlers 3-0 Atlético Nacional


El Kashima ha goleado al Atlético Nacional

El Kashima ha goleado al Atlético Nacional




El equipo nipón comenzó la semana pasada su andadura en este torneo como anfitrión y campeón de la J1 League japonesa. Primero eliminó al Auckland neozelandés por 2-1, para posteriormente vencer al Mamelodi Sundowns sudafricano por 2-0. Pero la 'traca final' ha llegado este miércoles al golear al gran favorito para jugar la final, el Atlético Nacional. El equipo cafetero llegaba al torneo como actual campeón de la Libertadores, pero ha acabado pagando muy caro su tremenda falta de acierto ante el esfuerzo y el orden de su rival.

Quien no haya visto el partido puede pensar que el Kashima fue bastante mejor que su rival, pero nada más lejos de la realidad. El Atlético fue muy superior a los anfitriones durante los 90 minutos de partido, pero fue incapaz de hacer un solo gol en los 24 acercamientos que tuvo a la portería nipona. Mientras tanto, el Kashima se limitó a aprovechar las contadas ocasiones con las que contó mientras aguantaba el asedio de los americanos.

La jugada que pasará a los anales del fútbol

El choque se empezó a inclinar a favor de los locales como una jugada que pasará a la historia del fútbol. El colegiado húngaro Kasai señaló penalti en el área del Atlético por una clara zancadilla, aunque lo sorprendente es que lo hizo consultando la repetición de la jugada en el vídeo habilitado por la FIFA para tal fin. Lo curioso es que el trencilla sí vio la falta, pero no el fuera de juego previo que debería haber invalidado totalmente la acción.

Así pues, Shouma Doi convirtió la primera pena máxima de la historia 'vídeo-arbitrada' y obligó al Atlético a reaccionar. Los colombianos se volcaron sobre la portería de su rival, pero sin el atino suficiente para lograr la igualada antes del descanso. De hecho, el tiempo de asueto le vino muy bien al Kashima, ya que tras la reanudación el equipo sudamericano continuó buscando el empate, pero con menos profundidad e intensidad.

De esta forma los minutos fueron pasando y el campeón de la Libertadores empezó a inquietarse. Esto provocó que descuidara sus labores defensivas, lo que el equipo nipón aprovechó para matar el partido en dos contragolpes fulgurantes y gracias a los tantos de Yasushi Endo y Yuma Suzuki. Se cerraba así una goleada tan sorprendente como histórica (3-0) que deja al Kashima en la final del domingo y que deberá servir de avisto al Real Madrid para no dejarse sorprender en su partido ante el América de México.