Pues, no es ni más ni menos, que el cansancio. De los anteriores 900 minutos a la desaparición del croata de las alineaciones, Mateo había jugado 834 minutos, había sido titular durante 10 encuentros consecutivos-8 de Liga y 2 en la Liga de Campeones-y se convirtió en el eje de la medular madridista. Las bajas de Casemiro, Kroos y Modric apenas se notaron gracias al espectacular trabajo realizado por el ex jugador del Inter de Milán.
Kovacic hizo olvidar a Casemiro (estuvo dos meses fuera), a Modric (un mes) y a Toni Kroos (algo más de tres semanas) con un despliegue físico monumental, con conducciones sublimes con la pelota ‘pegada’ al pie, con un buen desplazamiento de balón y con llegadas al área contraria bastant peligrosa. Pero, sobre todo, lo consiguió gracias a sus ayudas constantes en defensa. El Madrid se equilibró gracias al croata.
Pero Zidane sabe cómo llevar a su plantilla. Es el mejor gestor posible. No fuerza futbolistas y con Kovacic tampoco lo hará. Los médicos le recomendaron descanso para el jugador balcánico. El cansancio muscular solamente tiene un remedio: el descanso. Kovacic entrena, se oxigena y volverá a jugar tras el parón navideño. Sin duda alguna, volverá a ser clave en un invierno terrible para las huestes madridistas.
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