RIDÍCULO navideño del 'Sport': ¡Dicen que Zidane decantó el 'Gordo'!

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Como cada año el sorteo navideño se ha celebrado este 22 de octubre y el Gordo ha sido para el número 66.513. El mismo ha sido vendido íntegramente en Madrid, de forma que la prensa culé no ha tardado en aprovechar esta anécdota para alimentar su ridícula teoría de que el club blanco desprende un aura de suerte, y en concreto, su entrenador Zinedine Zidane. "La flor de Zidane se traslada a la Lotería de Navidad" ha titulado 'Sport', demostrando que tras años de práctica su sentido del ridículo es totalmente inexistente.

"Los caminos de la fortuna y Madrid volvieron a cruzarse una vez más. En esta ocasión, sin embargo, no había fútbol de por medio, sino el sorteo de la Lotería de Navidad. Si hace pocos días al Real Madrid le sonrió el sorteo de octavos de final de la Champions al quedar emparejado con el Nápoles, este jueves la capital del Estado tuvo el honor de haber vendido íntegramente el Gordo (el número 66.513)" leemos en su artículo. Además, alude a unas supuestos 'Memes' en Internet que relacionan esta suerte con el Madrid, aunque no muestra ni uno de ellos.

El texto puede entenderse como una broma, pero su interés en asociar al Real Madrid con la suerte es evidente. No dejan escapar la más mínima oportunidad para asociar los éxitos del club blanco con este azar positivo del que todo el mundo habla, pero realmente nadie ha visto. Aunque en realidad lo único que consiguen es hacer el ridículo, porque tampoco se puede decir que Madrid haya tenido mucha suerte por llevarse el 'Gordo'.

Y es que simplemente es una cuestión de estadística. La capital es la ciudad más poblada de España y la que cuenta con más Administraciones de Loterías, así que es hasta cierto punto lógico que se haya llevado todo el premio. Algo parecido a lo que pasa con el Real Madrid por contar con el mejor equipo del mundo, ya que así tiene más posibilidades de conseguir títulos. Pero es algo que ellos no entienden o, mejor dicho, no quieren entender. Prefieren hablar de suerte, porque es un argumento que es tan impreciso y etéreo que puede justificar perfectamente la incompetencia en la que vive instalado el barcelonismo.