Su vaticinio de niño
"De niño iba con mis padres y mi familia al Bernabéu. Recuerdo que un día estábamos viendo un 'Clásico' y le dije a mi padre: 'Algún día jugaré uno de estos aquí'. Y al final es como la mayor sensación que uno puede sentir. Es cierto que la Juventus tiene un estadio increíble también, pero este es el Bernabéu. Ves fotos y ya se te pone la piel de gallina. Era el sueño de mi vida y he tenido la suerte de cumplirlo".
Su secreto para no recibir patadas
"Lo bonito del fútbol es que no todo el mundo es del mismo equipo, aunque nosotros tenemos la suerte de ser del Real Madrid. Yo de niño era recogepelotas y ahora, cuando juego contra algún defensa que me está dando patadas le digo que he sido su recogepelotas. Y ya no me da más".
Se considera un privilegiado
"Al final es increíble la sensación de poder competir contra tus ídolos o jugar con ellos. Hay momentos en los que estoy en el campo o en el vestuario y me quedo mirando a un compañero y le dijo: 'si yo he ido a tu presentación. Somos unos afortunados".
El gran sueño de su vida
"He tenido la suerte de haber ganado ya títulos en el Real Madrid o la Juventus. Pero además de ganar otra Champions con el Real Madrid el sueño de mi vida sería ganar cualquier cosa con la selección. Y más después de lo que hemos vivido nosotros con la mejor generación de la historia del fútbol español".
Fe en sí mismo
"Me encantaría ganar algo, aunque sé que es muy complicado porque no se puede mejorar lo que han hecho esos fenómenos. Como mucho igualarlos. Pero por soñar e intentarlo que no quede...".
¿Tiene alguna superstición?
"Cuando juegas un partido tienes unas rutinas que te ayudan a estar concentrado, como manís con las botas o el pelo... Yo soy muy maniático. Todo pasa muy rápido y a veces te tienes que parar a pensar que estás haciendo lo que te gusta y que millones de personas se quedan por el camino intentándolo".
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