El estado en el que se encuentra la cubierta de Balaídos ha sido la ‘excusa’ oficial para que no se juegue el encuentro que los de Zidane tenían disposición de jugar en Vigo. Parece claro que tanto el Celta como la Liga estaban claramente decididos a no jugar el partido mientras que el Real Madrid es el único que ha hecho todo lo posible porque el partido se disputara y que no se produzca el atasco en el calendario que ahora viene por delante.
Este es el comunicado de la Liga al respecto:
Según el informe del Ayuntamiento de Vigo, este organismo considera que en el estadio de Balaídos no hay seguridad para los espectadores y los jugadores que asistan al partido de mañana domingo, 5 de febrero de 2017, correspondiente a la jornada 21 de LaLiga Santander, Real Club Celta - Real Madrid CF. Por lo tanto, recibida esta información, LaLiga y el Real Club Celta han dado traslado de dicho informe a la RFEF.
LaLiga propondrá posibles fechas para disputar el citado partido escuchando la opinión de los clubes y los operadores de televisión, para que el presidente de la RFEF decida, como indica el procedimiento del reglamento federativo de acuerdo a los artículos 239, 240 y 241 para fijar la fecha de un partido aplazado, y que habitualmente delega en el Comité de Competición.
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