Como gran entrenador que es, Zidane siempre intenta buscar soluciones, alternativas y ventajas. El técnico francés sabe que el Real Madrid ha sido perjudicado por lo ocurrido en Balaídos. Tener esos dos partidos pendientes ante el Valencia y el Celta le añade presión en la lucha por la Liga y probablemente le obligará a un mayor esfuerzo cuando la Champions esté en su momento más importante.
Sin embargo, Zidane intenta siempre ver el vaso medio lleno y su intención es aprovechar las circunstancias para sacar un beneficio de lo que a priori es una 'putada' (con perdón).
Zizou quiere darle otro enfoque a la situación para motivar a sus jugadores. En el regreso a los entrenamientos, el francés hablará con la plantilla y su discurso será que estando con el Barcelona a un punto la relajación no se puede consentir. El técnico espera convencer a sus jugadores de que se olviden de esos dos partidos y jueguen como si la diferencia real fuera de sólo un punto.
Mantener la intensidad en los próximos partidos puede ser la nota positiva de no haber jugado dos partidos que, en caso de vencer, sumarían 6 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado.
Zidane considera que tener un colchón amplio de puntos haría que el equipo jugara más tranquilo, por lo que podría relajarse en exceso y dejarse puntos innecesarios en el camino. Tener tan cerca a sus perseguidores permitirá a la plantilla tener la tensión competitiva necesaria para seguir sumando de tres en tres.
Sacar ventaja incluso de las cosas negativas es lo que hace grande a un entrenador. La estrategia de Zidane va encaminada a no depender de los dos partidos pendientes para ganar la Liga. Sería sin duda una gran noticia conseguirlo, aunque en caso de no poder las dos balas siguen estando ahí.
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