Sergio Ramos en un partido de esta campaña
La victoria ante el Nápoles no dejó una satisfacción plena, ya que Sergio Ramos estuvo más de la mitad del partido con molestias sobre el campo. El central tuvo un problema muscular al comienzo del mismo e incluso llegó a plantearse pedir el cambio en la primera parte, aunque por fortuna pudo aguantar y no decidió marcharse hasta que el partido estaba ya bastante bien encarrilado.
El central merengue sufrió un percance en los compases iniciales del choque. Un golpe con su amigo Callejón le hizo sentir inmediatamente molestias de tipo muscular, tal y como él mismo reconoció posteriormente en la zona mixta. "Sufrí un golpe a los diez minutos con
Callejón. Hice un giro algo raro y se resintió la cadera y el aductor" señaló el propio
Ramos. De hecho, incluso
Zidane hizo calentar a
Pepe tras producirse el percance, si bien el cambio no se efectuó hasta el minuto 71.
"A partir del descanso noté que las molestias iban a más, así que esperé a que el resultado fuera bueno para salir del campo. Si no hubiera sido un partido de
Champions habría pedido el cambo antes"
reconoció el capitán merengue. Así, aseguró que ahora "toca esperar las pruebas, aguanté como pude porque en caliente es algo que se nota menos".
Por ello se esperan novedades al respecto en las próximas horas. En el cuerpo médico hay cierta tranquilidad porque no parece una lesión grave, aunque todo hace pensar que
Zidane le dará descanso este sábado para medirse al
Espanyol en el
Bernabéu. Si las pruebas médicas no dicen lo contrario la intención es que
Ramos pueda estar a tope el próximo miércoles para jugar en
Mestalla, por lo que para este fin de semana
Pepe parece la mejor opción para formar el eje de la zaga junto a
Varane.
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