Nápoles: el Madrid no le tiene miedo a nada

El equipo italiano trata de amedrentar al Real Madrid hablando del infierno de San Paolo.


Sergio Ramos, gol, Múnich, Allianz Arena

Sergio Ramos en Múnich




Empezando por Maurizio Sarri y continuando por los pesos pesados del equipo italiano. Todos los representantes del Nápoles que se han puesto delante de un micrófono han dicho lo mismo: al Real Madrid le espera un infierno en Nápoles. Como si eso fuera un impedimento para que los blancos puedan sacar un resultado que les meta en cuartos de final. Nadie duda de que la afición del Nápoles es muy pasional y de que apretará para animar a los suyos, pero que nadie dude tampoco que el Madrid es un especialista en apagar calderas.

El mensaje del Nápoles

“No creo que haga falta mandar ningún mensaje. En la vuelta, San Paolo va a ser un infierno. Si conseguimos hacer algo importante en los primeros diez minutos, la respuesta de la afición va a ser increíble”, fue el comentario de Sarri en rueda de prensa. En zona mixta, el mensaje de Pepe Reina fue similar: “Nosotros vamos a apretar desde el principio, creo que no tenemos nada que perder. El Real Madrid era y es favorito, más ahora, pero les espera un San Paolo calentito”, apuntó el portero.

Seguro que sí, que los tifosi intentarán convertir el partido en un infierno para el Real Madrid. Pero el equipo blanco es un equipo acostumbrado a la presión, acostumbrado a jugar en ambientes hostiles y al que no se le agarrotan las piernas en ningún escenario, por mucho que le insulten o le griten. Hubo una época en la que sí sucedió que el equipo se achantaba en estas situaciones, pero en los últimos años el Madrid ha demostrado que en cualquier escenario da la cara sin hacer caso al entorno.


El Real Madrid, especialista en apagar fuegos

No hay más que recordar el ambientazo de Múnich en la temporada 2013-14, cuando el Madrid visitó el Allianz Arena en la vuelta de semifinales de la Champions. Los blancos habían ganado 1-0 en el Bernabéu y Rummenigge prometía un infierno en Alemania para el equipo que entonces dirigía Carlo Ancelotti.

“Creo que el próximo martes, cuando comience el partido de vuelta, en Múnich se van a quemar hasta los árboles. Tendremos 70.000 hinchas apoyando al equipo (…). No tuve la impresión de que los responsables del Real Madrid se fuesen felices a casa con el resultado. Saben lo que les espera en Múnich. Creo que el Bayern en casa tiene la calidad que recuerda un poco a un infierno”, aseguraba el directivo alemán.

El resultado fue una goleada por 0-4 del Real Madrid para hacerse con la eliminatoria y pasar a la final de la Liga de Campeones, en la que se acabaría imponiendo cuando estaba contra las cuerdas, igualando la final con un inolvidable gol de Sergio Ramos en el minuto 93. De este modo, parece evidente que las bravuconadas no sirven de nada, es en el campo donde se tiene que hablar y el Madrid lo hizo este miércoles en el Santiago Bernabéu para abrir la eliminatoria.

La historia está con el Real Madrid

A lo largo de la historia, el Real Madrid ha vivido muchas situaciones en Europa como la que le tocará vivir dentro de tres semanas. Si en 2014 fue Rummenigge el que intentó amedrentar a los jugadores blancos, en 2002 era un futbolista del Bayern el que lo hacía. En aquel caso, Salihamidzic. Para los que no lo recuerden, este futbolista se las tenía con Roberto Carlos en cada ocasión en la que Madrid y Bayern se enfrentaban, y en los cuartos de final de 2002 pronunció unas palabras de las que acabaría arrepintiéndose.

“Ellos no son de otro mundo. En el primer tiempo dominaron pero se dedicaron a hacer taquitos y no fueron realmente imponentes. En el segundo tiempo mostramos que si se les presiona se cagan en los pantalones”, aseguró el bosnio tras ganar 2-1 en Múnich. En la vuelta, el Real Madrid le dio uno de los mayores baños que se recuerdan al Bayern, consiguiendo una victoria por 2-0 y pasando a la siguiente ronda de una edición que terminaría con la novena conquista de Europa por parte del Madrid. El Nápoles debería medir sus palabras. De momento, el único que actúa con prudencia, humildad y señorío es el equipo madridista. Como siempre.