A diferencia de la semana pasada, en esta vez los de Zidane jugarán antes en esta jornada que sus rivales directos por el título - Barcelona, Sevilla y Atlético de Madrid -. Así, no tendrán la presión inicial de verse por detrás en la clasificación como podría ocurrir con los culés, de forma que su misión será sumar tres puntos más para minar un poco más la ya decaída moral culé. Y para ello tendrán que afrontar el choque con el evidente cansancio que dejó el duelo de Champions de hace tres días, aunque apoyados en la política de rotaciones que va a implementar Zinedine Zidane para este partido.
Y es que el francés no se va a andar con chiquitas en este encuentro. El técnico ha apreciado en los últimos entrenamientos en Valdebebas que hay jugadores con cierto cansancio acumulado, por lo que su primera decisión ha sido dejar fuera de la convocatoria a tres pilares fundamentales del once como Keylor Navas, Modric y Benzema. Bajas a las que habrá que sumar la de otros tres hombres tocados en la parcela física, ya que Sergio Ramos, Danilo y Coentrao tampoco han entrado en la lista por arrastrar pequeños problemas que, sin embargo, no les descartan para jugar el próximo miércoles en Mestalla.
Seis ausencias en total que permiten que vuelvan al equipo otros jugadores que no venían participando en las últimas semanas como Asensio, Mariano y, fundamentalmente, Gareth Bale. El galés ha estado 89 días de baja por la grave lesión que sufrió el pasado 22 de noviembre en Lisboa, pero ha logrado recuperarse en un tiempo récord y ya está a disposición de su técnico. La intención de Zidane es ir contando paulatinamente con el delantero en los próximos partidos para que coja forma física y confianza, por lo que no se espera que este sábado parta de inicio en el once titular.
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De hecho, el equipo inicial del Real Madrid apunta a contar con varias novedades. En la portería Casilla volverá al equipo en su primer partido tras la eliminación copera, mientras que en la defensa Carvajal, Varane, Pepe y Marcelo formarán la línea de cuatro. El portugués volverá a tener minutos en Liga tras lesionarse el pasado mes de diciembre. En la medular, Casemiro y Kroos apuntan a repetir en el equipo, con probablemente Kovacic como escudero para 'refrescar' el equipo. Y en ataque Cristiano y Morata tienen el puesto asegurado y la otra plaza deberán pelearla Isco y Lucas Vázquez, ambos suplentes en el partido de Champions del pasado miércoles.
El Espanyol, con bastante poco que perder
El rival esta vez será el Espanyol, un equipo tradicionalmente asequible para los blancos, aunque peligroso esta temporada a domicilio. El cuadro perico lleva 21 años sin ganar en Liga en el Santiago Bernabéu, ya que su último triunfo (1-2) data de 1996. Un escalofriante dato al que se suma otro, ya que acumulan hasta 18 partidos consecutivos sin vencer a su rival, con un balance de 15 derrotas y 3 empates. De hecho, se encuentran actualmente inmersos en su peor racha ante un mismo rival, por lo que este sábado tendrán buenas razones para dar la campanada en el Bernabéu.
Por lo pronto, acuden a Chamartín sin demasiados complejos y con la tranquilidad que le dan sus 32 puntos en Liga y su posición desahogada en la tabla. Con la salvación casi en el bolsillo ahora los de Quique Sánchez Flores se permiten el lujo de ilusionarse mirando a Europa, por lo que podrán jugar ante el Madrid sin ningún miedo. Además, su entrenador también intentará quitarse de encima su mala racha ante sus ex, ya que acumula diez derrotas consecutivas ante este equipo.
Para lograrlo el madrileño tendrá a su servicio a Diego López. El gallego regresa a Madrid dos años y medio después de su marcha y lo hace como uno de los mejores guardametas de la Liga, competición en la que se ha quedado sin encajar en 8 de sus 19 partidos. Y junto a él se espera que tampoco falten a la cita Reyes, Javi Fuego y Piatti, futbolistas que han sido duda en los últimos días, pero que han podido entrar en la convocatoria. De ahí que los barceloneses estén en condiciones de presentar esta tarde un once tremendamente competitivo que se permita el lujo de discutirle los puntos al líder de la Liga.
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