El Madrid se vistió de anti-matagigantes

El equipo blanco fue el primer equipo en posiciones europeas en superar al Villarreal en esta Liga.


Luka Modric en un partido con el Real Madrid

Luka Modric en un partido con el Real Madrid




Ganar en Villarreal era un reto para el equipo blanco por varias razones. Y una de las principales era precisamente el hecho de que el equipo de Castellón se presentaba en el encuentro sin haber perdido esta temporada ante ninguno de los cinco primeros clasificados de la Liga.

Con 7 de los 10 encuentros jugados ante los equipos de la zona noble de la tabla, el equipo que dirige Fran Escribá había sumado tres triunfos y cuatro empates, entre ellos el logrado en el Bernabéu en la primera vuelta. Los triunfos llegaron ante la Real Sociedad (dos veces) y el Atlético de Madrid, mientras que los empates fueron ante el Sevilla (también dos veces), Real Madrid y FC Barcelona.

En definitiva, el submarino amarillo estaba saliendo muy bien parado de los choques ante los rivales más potentes del campeonato, y perdiendo puntos en otros partidos ante rivales teóricamente más asequibles. Por eso Zidane quería máxima concentración y esfuerzo de los suyos para mantenerse en la primera posición.

El Real Madrid dio la talla en Villarreal y consiguió una gran victoria que le permite por un lado mantener el liderato, por otro vengarse tras el resultado del Bernabéu en la primera vuelta y finalmente terminar con la fama de matagigantes del submarino amarillo, que por fin ha perdido ante un grande esta temporada.