Gareth dejó con 10 a su equipo. Aunque Fernández Borbalán podría haberse ahorrado la expulsión, Bale se lo puso muy fácil al colegiado, que no dudó en mostrarle la roja al '11' blanco. El galés se sintió culpable del empate final y cuando el resto de sus compañeros entraron al vestuario pidió disculpas que tanto sus compañeros como Zinedine Zidane aceptaron sin mayor problema.
El propio técnico merengue lo reconoció ante los medios de comunicación. Un gesto que sin duda habla de lo arrepentido que estaba el propio Gareth Bale por lo ocurrido sobre el terreno de juego. Eso sí, ni sus compañeros ni Zidane le recriminaron nada. Entienden que son cosas que pueden ocurrir.
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