La mutación en el juego de James ha llegado de manera definitiva. Con el paso de los encuentros, el ‘cafetero’ comienza a recordar al jugadorazo que deslumbró en su primera temporada como jugador del Real Madrid. En Eibar, comenzó la jugada del 0-1, la puso con su habitual ‘guante’ para que Benzema marcara el 0-2, hizo el tercer gol con un toque de clase mundial a pase del francés y colaboró en el cuarto gol de Asensio. James disparó al palo y el balear aprovechó el rechace para cerrar el partido para los blancos.
Las declaraciones tras el Mundial de Clubes no cayeron bien en el Real Madrid e incluso su futuro en la entidad blanca se tambaleó durante buena parte de las navidades. Pero todo cambió tras el regreso del periodo vacacional. James se puso a entrenar con un verdadero profesional y Zidane tomó nota desde el primer instante.
Aquella noche del 4 de enero contra el Sevilla en la Copa supuso un antes y un después. James marcó dos goles y cuajó un partido excelente. Tres días después dio otra asistencia contra el Granada. Las lesiones le dejaron fuera de combate un mes pero el ‘10’ no se vino abajo. Fue clave ante el Nápoles, titular en Valencia y ha marcado 1 gol y repartido 2 asistencias en los dos últimos encuentros ligueros. Si James sigue a este nivel, a Zidane se le avecina un gran problema ¿Debe ser titular el colombiano en Nápoles?
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