Modric logró en Eibar lo que muy pocos otros madridistas consiguen

Con el cambio del croata, la grada rival se puso en pie para ovacionar a Luka por la clase magistral de fútbol


Modric, ovación

Modric, ovación




Los grandes jugadores a menudo suelen salir ovacionados como lo que son por su propia afición tras un buen partido. Sin embargo, que la afición rival sea la que se rinda ante un jugador rival en su propia casa ya es algo menos habitual. Y eso es lo que vivió Luka Modric en Ipurua.

El partido del croata fue de nuevo una clase magistral de fútbol, control, pase y distribución. Nada nuevo bajo el sol del aficionado madridista que lo disfruta cada fin de semana en el Bernabéu. Pero cuando la magia croata se muestra fuera del templo blanco, las reacciones en la grada son de absoluto deleite y reconocimiento. Ese sentimiento normalmente es correspondido con aplausos y eso fue lo que recibió Modric de la grada de Ipurua. Ya con el partido resuelto, Zidane optó por darle descanso de cara al partido del martes en Nápoles y fue entonces cuando parte de la grada se levantó y aplaudió al genio croata.

Un gesto que demuestra el señorío de una afición como la del Eibar y de la que otras aficiones debería tomar nota. Zidane reconocía más tarde que un jugador como Luka: "es fundamental para nosotros. Maneja muy bien los tiempos del partido y fuera del campo es un espectáculo porque es muy profesional. No lo digo yo, sino sus compañeros le quieren mucho".