La temporada empieza a entrar en su fase decisiva y los nervios empiezan a aparecer en los equipos y no sólo en los jugadores. También en los entrenadores y por supuesto en los directivos. Y en el Real Madrid, las temporadas se miden por momentos como los que están por venir y pueden decantar la continuidad o no de varios miembros de su plantilla.
Siempre se ha hablando de que una temporada sin títulos es igual a un entrenador que debe salir. Eso fue lo que ocurrió con Carlo Ancelotti en su segunda temporada, no consiguió títulos y tuvo que hacer las maletas pese a que varios de los pesos pesados del vestuario no estaban nada de acuerdo. El parche de Benítez apenas duró unos meses y ahora con Zidane la situación vuelve a estar en un momento de comunión con la plantilla, que ha vuelto a ilusionar a un grupo de futbolista capaz de todo. En este contexto, y aún con todo por decidirse, en la cúpula directiva del Real Madrid no se plantean cambiar de entrenador si no se consiguen los objetivos que pasan por conquistar la Liga y por supuesto la Champions.
Florentino no quiere cometer un error como con Ancelotti. Además hay que contar con que Zidane no es un cualquiera dentro de la historia del Real Madrid y del propio presidente. Se trata de su mejor jugador contratado a lo largo de su historia al frente del club y tiene como crédito el coger a un equipo absolutamente denostado y desanimado y convertirlo en campeón de Europa ni más ni menos. Zidane seguirá la próxima temporada pase lo que pase, de hecho ya se encuentra planificando la próxima campaña, una señal de que se confía en el técnico francés.
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