El Real Madrid ganó aquel partido por 1-2 y muchos hicieron la vista gorda con el arbitraje por aquello del resultado, sin embargo, no se puede olvidar que el Real Madrid sufrió un atropello flagrante en aquel partido.
Con 1-1 en el marcador, Hernández Hernández le anuló un gol completamente legal a Gareth Bale en un remate de cabeza limpio en el que superó claramente a Jordi Alba. Sin embargo, el canario no permitió que ese tanto subiera al marcador en una decisión equivocada a todas luces y que, de no ser por el gol final de Cristiano Ronaldo, le habría robado dos puntos al Real Madrid.
A ese gol mal anulado al galés, además, se le sumó la circunstancia de que el árbitro expulsó a Sergio Ramos. La premisa de que el Barcelona jugara con 10 se cumplió a rajatabla. A pesar de todo, el Real Madrid ganó un partido que el árbitro estuvo cerca de robarle.
Un año después, Hernández Hernández volverá a dirigir un clásico, lo que quiere decir que la Federación no acabó disgustada con su última actuación en un partido de esta envergadura ¡Volveremos a jugar contra 12 ante el Barcelona! ¡Qué vergüenza!
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