El jugador del Barcelona ha sido sancionado con tres partidos por esa acción en el partido de Málaga y, por tanto, Neymar no estará en el clásico del Santiago Bernabéu ante el Real Madrid. Un golpe justo y merecido a los ‘valors’ de un futbolista polémico, antideportivo y que ya merecía un escarmiento justo por parte de los organismos de esta competición.
El colegiado del Málaga-Barcelona, Gil Manzano, reconoció en el acto del partido que “tras ser expulsado y cuando iba a entrar en el túnel de vestuarios, Neymar se dirigió al cuarto árbitro aplaudiéndole”. Las cámaras captaron a la perfección el momento de la provocación del jugador culé, por lo que el castigo estaba más que cantado (y justificado), por más que los pelotillas pro-culés de turno estuvieran intentando por activa y por pasiva quitarle hierro al asunto.
El artículo 117 de la Federación Española es muy claro al respecto al reconocer que “dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes” ¡Te han pillado Neymar, y tendrás que pagar!
Ahora el Barcelona moverá toda su maquinaria propagandística para buscar la reducción del castigo del jugador brasileño. Son tan previsibles que ya sabemos los adjetivos que pretenderán usar: que si el régimen, que is las instituciones de la capital, etc, etc ¡No hay que darle más vueltas, Neymar ha sido justamente castigado y no estará en el partido del Bernabéu! ¡La próxima vez, que se deje de 'valors', 'seny' y 'humildat' y se dedique a jugar al fútbol!
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