Estando en su Alemania natal y concretamente en su ciudad, había muchas ganas de ver como sería el reencuentro de Toni Kroos con su ex equipo, su ex afición y su ex estadio. En la previa del choque él mismo reconoció que sería un partido especial para él, puesto que se había formado en el club de Sabaner y optó por poner rumbo a Madrid.
El carácter de los alemanes no es que se caracterice precisamente por su calidez y cercanía, más bien todo lo contrario, gente fría y que se comporta de la misma forma entre ellos que con extraños. Por lo tanto, el recibimiento frío e insulso que se ha llevado Toni Kroos en su vuelta al Allianz no le debe haber pillado de sorpresa. En el momento en el que se anunciaba por videomarcador el once del Real Madrid, Kroos como todo el equipo se llevó la correspondiente pitada. Ya una vez comenzado el partido, cada vez que el alemán tocaba el balón no había ni aplausos ni pitos, una sensación de indiferencia propia de un público que con el rival no se muestra afectuoso.
Toni Kroos quizá no experimentó el regreso esperado a la que una vez fue su casa, pero es muy posible que no le haya cogido de sorpresa. Ahora el mejor centrocampista del mundo regresará a la casa donde si que es coreado, querido y desde luego ovacionado: el Santiago Bernabéu.
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