¿Se refiere a esto Piqué con los arbitrajes permisivos?
Sergio Ramos, expulsado por quinta vez en un Clásico... y otra vez de forma injusta.
Montaje robos del Barcelona
"Seguro que cuando llegue a casa se da cuenta de que era roja. Ha sido muy clara, entra con los dos pies por delante, sin opción de tocar balón. No hay discusión. Lo que pasa es que aquí están acostumbrados a arbitrajes muy permisivos y cuando no los hay, tienen las reacciones que tienen", afirmó Piqué, ni corto ni perezoso, tras la expulsión de Ramos en el Clásico. Cínismo en estado puro.
Que sea el catalán quien hable de permisividad es para mear y no echar gota. Y es que precisamente el FC Barcelona no es el más indicado para hablar de esto. No hay más que ver el saldo arbitral de los últimos años para comprender que los que más respeto infunden a los árbitros son los que visten de azulgrana. No hace falta siquiera recurrir a otros partidos, con los Clásicos se aprecia suficientemente bien.
Cinco expulsiones, tres injustas
Mientras que el FC Barcelona lleva años sin quedarse con un hombre menos en un Clásico, aunque ocasiones no le han faltado, siempre es el Real Madrid el que no puede acabar con once jugadores. Sergio Ramos, sin ir más lejos, ya es el jugador más expulsado en la historia de los Clásicos con cinco rojas en 34 partidos. Una media realmente preocupante, en especial porque la mitad de las veces no lo mereció.
La única vez que Sergio Ramos mereció realmente ser expulsado fue en el 5-0, cuando pateó a Messi fruto de la desesperación, y la pasada temporada por doble amarilla en el Camp Nou. En el resto de sus expulsiones, bien por el teatro del rival o bien por una mala interpretación del árbitro, no mereció ver la roja. Este domingo, ni tocó a Messi por lo que la amarilla habría sido suficiente por juego peligroso. Tres temporadas atrás, fue expulsado por un penalti a Neymar que no existió. Y en Copa del Rey de 2012, fue expulsado también por doble amarilla tras un salto con Busquets en el que ni tocó al mediocentro azulgrana. Toma permisividad arbitral. ¿Cómo se puede tener tanta cara, Piqué?
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