Hasta este sábado, el equipo blanco había ganado 84 partidos de los 163 que le habían enfrentado ante el Valencia en la historia de la Liga. Un balance demoledor, ya que entre empates y derrotas se alcanzaban sólo los 79 encuentros (35 empates y 44 derrotas). Teniendo en cuenta que el Valencia es uno de los clubes más importantes de la historia del fútbol español, se puede estar más que satisfecho.
Sin embargo, el Real Madrid se presentaba este sábado en el Bernabéu con la intención de ampliar esa ventaja y poner la victoria 85 ante los ché. El objetivo era claro: conseguir la victoria y hacer crecer las diferencias para con los ché supondría tres puntos más y acercarse un pasito más hacia el título, que el conjunto merengue no consigue desde el año 2012. Cinco años son demasiados.
El Valencia siempre se ha sentido un rival poderoso, siempre ha creído que podía estar a la altura del Real Madrid. Pero la realidad es dolorosa para ellos y los números no hacen otra cosa que reafirmarla: los ché no se pueden equiparar con el club blanco. A pesar del resultado (injusto) del encuentro de la primera vuelta, el Santiago Bernabéu puso las cosas en su sitio este sábado. Que pase el siguiente.
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